Queridos feligreses y amigos todos:
La Solemnidad de nuestro Santo Patrón San Vitóres se acerca. Es uno de nuestros cuatro patrones, uno de nuestros protectores, allá por el siglo IX es tuvo viviendo en Oña durante siete años, y desde entonces es quien marca nuestro tiempo de fiesta como pueblo, y fiestas de verano.
Con San Vitóres llegó el espacio marcado para el disfrute y la convivencia de los onienses. Es agosto, momento de pausa, tregua propicia para escapar de la rutina diaria, para el regocijo y la convivencia.
Nuestro San Vitóres es un hombre noble, sencillo, un buen sacerdote. Sin ningún tipo de dobleces; capaz de sentir y de admirarse por los acontecimientos y por las personas. Un hombre estudioso de la Palabra de Dios y capaz de meditarla y que ésta, dejó huella en su vida. Predicó incansablemente.
San Vitóres nos llama a una vida auténtica, sin dobleces, a volver a descubrir los valores más humanos, a valorar lo que cada uno de nosotros somos y lo que mi hermano también necesita. Mi libertad también es la libertad de mi hermano.
Desde estas sencillas palabras, quisiera dar las gracias a todas las personas buenas que ayudáis en ésta gran tarea de anunciar el Evangelio aquí en Oña. Me habéis acogido y regalado momentos de gran alegría y paz. Los sacerdotes no dejamos de ser personas con nuestros defectos y virtudes, por eso también aprovecho para pedir perdón a quienes en algún momento haya podido faltar por cualquier cosa. Quienes sin prejuicio y bondad me han conocido realmente, saben que mi empeño y afán ha sido buscar siempre el bien de nuestra parroquia y nuestra Villa.
Deseo que estas fiestas de SanVitóres nos ayuden a encontrarnos a todos los vecinos y vecinas en un compartir sano y alegre. Que pasemos todos unas felices fiestas.
¡Viva San Vitóres!